La parroquia de Santa Inés y San Camilo está en el corazón del barrio de La Isla de la Paternal y tiene desde hace una década una política de puertas abiertas a quienes menos tienen. Oscar Mercado Bolton es el cura párroco desde hace un par de años y su llegada significó la apertura de nuevos lazos con la comunidad que potencian la solidaridad. Conversamos con el párroco Oscar un lunes por la tarde mientras los salones parroquiales desbordaban de actividades

Ingresamos al vasto patio cubierto de la parroquia de Santa Inés y San Camilo, Ávalos 250 en el barrio de La Isla de Paternal, y nos recibieron risas, de esas que contagian, de esas que nos ponen a su vez en buen estado de ánimo. Ruidosos y alegres un grupo de jóvenes que transitan su paso por consumos problemáticos estaban reunidos en uno de los salones, se trataba del espacio llamado “Vientos de Libertad”, y al saberlo entendimos que esas risas son también un buen augurio.

El Cura Oscar Mercado Bolton se hizo cargo de la parroquia el 6 de marzo de 2022, hace poco más de dos años y se propuso de entrada profundizar todos los dispositivos existentes que refuercen la solidaridad y si era necesario crear otros, además de apoyar lo mucho que otras organizaciones de a pie construyen en algunas esquinas del barrio. Nos recibió en la casa parroquial y con un mate dulce de por medio comenzamos la conversación.

“Después de la pandemia hubo un cambio en muchos aspectos que hacen a la vida cotidiana de la iglesia católica. La pandemia a todos nos atravesó y la institución de la iglesia no fue ajena. También el compromiso que la iglesia asumió en algunos dispositivos, fue muy desafiante la tarea, de mucho cuerpo a cuerpo. Como le gusta decir al Papa Francisco de recibir la vida como viene y animarnos a construir puentes y también buscar soluciones a corto y mediano plazo, porque si bien tenemos que tomar muchas veces compromisos que a largo plazo provoquen grandes transformaciones, como él a veces expresa, nuestras parroquias, nuestras comunidades están llamadas a ser hospital de campaña”, arrancó diciendo Oscar.

Respecto a las risas que se colaban en la grabación, el cura explicó que no se trataba de un taller de la parroquia sino que en un momento donde hay innumerables carencias “(…) en el orden de la salud, en el orden de la educación, en el orden de la promoción integral de la persona, en todo lo que es el acompañamiento, el abordaje del consumo problemático, este espacio se llama Centro Barrial y acompañamos junto a la organización “Vientos de Libertad”. Depende del MTE (Movimiento de Trabajadores Excluidos) y tiene la misión de ayudar en lo que es el consumo problemático en las distintas instancias en que la persona se encuentre”.

Al referirse a acompañamiento integral, refirió que la organización cuenta con psicólogos, en el caso de que sean requeridos, trabajadores sociales que los ayuden a una inserción, en lo laboral, en lo que respecta al derecho a la identidad, así como poder acceder a derechos y recursos que el Estado brinda.

En cuanto al trabajo barrial que se realiza en Santa Inés y San Camilo, Oscar expresó que las puertas están abiertas a los vecinos, tanto a aquellos que tienen su propiedad en el barrio o alquilan, como a los que transitan en situación de calle o trabajando como cartoneros, a los que consideró en la misma categoría de vecinos. Respecto a sus sentimientos de solidaridad, reconoció que los mamó en su familia, en su casa y que como parte de la iglesia católica, estos los aplica desde la crisis de 2001, aunque esta es la primera vez que está a cargo de una parroquia, lo que le brinda la libertad de implementar diversas acciones.

Entrega de las «pizzas solidarias» en Chacarita

Durante la charla, Oscar se refirió varias veces a la caridad y quisimos saber cual es la diferencia, si la hay, entre caridad y solidaridad, término que también reiteró durante la entrevista: “En la esencia del cristianismo, Jesús dijo que no vamos a ser juzgados en la fe sino en el amor. Nuestra salvación o nuestra condenación muchos la vivimos acá en la tierra, no por si creemos o no creemos, sino por si amamos o no amamos. O por si aprendemos a dejarnos amar o aprendemos a amar a los demás. La caridad entendida como amor se hace gesto en la solidaridad, creo yo. Y muchas veces la solidaridad uno la categoriza o la ilustra en obras de misericordia, en obras de servicio. Entonces creo que la solidaridad es la manera efectiva de vivir la caridad, por eso creo que la solidaridad presupone la caridad, pero no al revés. Uno puede vivir en la caridad desde el respeto y eso no es solidaridad, es simplemente entender al otro como un hermano”, opinó el párroco.

En relación a la crisis agudizada a partir de las medidas de este nuevo gobierno, Oscar señaló que los problemas han crecido visiblemente, no sólo por el aumento de personas en situación de calle, sino a las vecinos y los vecinos que son parte de esa comunidad y a los que “cada día todo se les está haciendo más difícil en diversos órdenes, principalmente el económico. Es una realidad que se ve”.

Desde la parroquia articulan también con otras organizaciones que para el cura son imprescindibles en esta coyuntura por sus trabajos barriales: Casa Pueblo, Casa Heredia, Red Puentes, Ni un pibe menos por la droga. “Están insertos en el barrio, están en el orden del consumo problemático al igual que nosotros. Estamos particularmente en un espacio donde la realidad de consumo no nos es ajena. Todos conocemos a alguna persona que está en situación de consumo y está peleando por su vida. En el barrio no nos es ajena esa realidad y algo tenemos que hacer y todo el camino que podamos trazar juntos nos ayuda a ir tejiendo redes para que nadie se pierda”.

Resulta difícil sintetizar las actividades que desarrolla la parroquia sin que quede alguna sin mencionar. Cuenta con un bañadero para personas en situación de calle y máquinas donde pueden lavar la ropa mientras toman un desayuno. Regularmente se acercan del área programática del Hospital Tornú para una atención médico, psicológica y social. Dos veces por semana se cocinan las pizzas solidarias de la Fundación Argentinos Juniors. También se juntan mayoritariamente mujeres en un grupo de tejido solidario. Hay, grupos de oración, catequesis de niños y adolescentes.

Para cerrar la entrevista le consultamos si algunas de las acciones a las que hizo referencia le generan también rechazo, malos comentarios, repudios: “Si, si – reflexionó Oscar – Creo que es parte de la coyuntura en la que nos encontramos. No todos pensamos lo mismo, no todos entendemos la realidad de la misma manera, pero cuando la realidad se impone de esta forma tenemos que actuar. Y para abordar nosotros elegimos la manera de Jesús y su manera ha sido controversial frente a un imperio, frente a una religión, frente a aquellas personas que tenían otra concepción de la vida. Entonces, que me pase a mi me enorgullece si lo hago viviendo el evangelio. Y si no me pasa, me preocuparía porque algo estaría haciendo mal”.