El gobierno de CABA decidió este febrero no autorizar el corso de la murga Cachengue y Sudor que se lleva a cabo desde hace 26 años en el mismo lugar. Referentes de la murga denuncian que al pedido en tiempo y forma, y aceptando las condiciones que el gobierno impone, se le respondió con dilación primero, y a 48 horas del corso, afirmando que este año no habrán autorizaciones por fuera del carnaval oficial. Sin embargo, los y las integrantes de la murga aseguran que este fin de semana, el encuentro en Rojas y San Martín no se suspende

Desde hace 26 años, en ese rincón que forman las calles Rojas y San Martín, rincón abierto a la plaza 24 de setiembre, “Cachengue y Sudor, murga de arpillera”, ensaya y finalmente en febrero comparte con vecinas y vecinos su arte, su alegría, su solidaridad. Desde hace algunos años, el gobierno de la Ciudad ha innovado en normas para cualquier actividad cultural que se quiera desarrollar en la vía pública y el resultado fue que es obligatorio poner baños químicos o contratar un seguro, entre otras exigencias.

No obstante, los integrantes de la murga aceptaron las condiciones y llevan a cabo en cada carnaval uno de los corsos más multitudinarios de la ciudad. Pero este año, las autoridades decidieron ponerle fin por otros métodos a las iniciativas carnavaleras por fuera de las autorizadas. Es así que a 48 horas del primer corso previsto para el próximo sábado 11, los integrantes de la murga se enteraron que la dilación en la respuesta sobre la autorización se transformaba en negativa.

En diálogo con este medio, una integrante de la murga explicó que “Realizamos nuestra actividad desde hace más de 20 años y este es uno de los hechos más importantes de la agenda cultural del barrio, con mucha gente y lleno de diferentes demostraciones artísticas. Solemos pedir permiso en la Comuna (15) el cual nos suelen otorgar y este año lo pedimos con más de un mes de anticipación y nos encontramos con la dificultad de que se encuentra trabado, pero tampoco nos llamaron ni nos convocaron para ver cual era la situación. Cuando nos acercamos a preguntar nos trasmiten que al no ser un corso oficial, porque nosotros no somos parte del circuito, este año no van a habilitar ningún corso que no esté en el circuito”

Básicamente esta es la respuesta que les dieron, avanzando así con una decisión del gobierno, extendida a otras expresiones, de pretender definir, normar qué cosa es cultural, qué cosa es arte y cual debe ocupar el espacio público y cual no. En un comunicado difundido en el día de hoy, en relación a esta negativa a autorizar el corso la murga expresó: “Esto no es un hecho aislado; hace mucho que somos víctimas del hostigamiento del gobierno de la ciudad y su burocracia que pone trabas nuevas cada año a la fiesta del barrio, de la calle, de lxs vecinxs. Y que aun demostrando buena voluntad y diálogo, nos ningunean y frenan la posibilidad de hacer este festejo solo porque no somos lo que ellos quieren que seamos”.

Para finalizar invitan a “seguir defendiendo el carnaval” y convocan a asistir al corso este fin de semana: sábado 11 de febrero y domingo 12, a partir de las 17 horas.