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Sab 27 de Mayo de 2023

IA, REPRODUCCIÓN ASISTIDA Y TRANSHUMANISMO ETIQUETADO FRONTAL PARA LXS BEBÉS DEL FUTURO

La carta que pidió pausar el desarrollo de la IA es un déjà vu para la comunidad científica de la reproducción asistida. En 2015, especialistas de todo el mundo firmaron frenar los experimentos de edición de embriones humanos hasta desarrollar un marco internacional que lo regule. La bioingeniería, los algoritmos y la IA que alteran el ADN heredable modifica la raza humana y crea nuevas formas de vida. La historia de Ana Sandra Lequio Obregón, que nos dejó con la boca abierta, es sólo una más de las muchas que se vienen.

Frente a la cólera social, Macron sustituye la legitimidad por la porra

Desde el 16 de marzo y la aplicación del art. 49.3 para imponer la reforma hurtando la decisión al Parlamento, Macron y su gobierno han provocado una nueva ola de movilización popular, en todas sus formas: huelgas renovables, bloqueos, manifestaciones e incluso incorporación al movimiento de las y los estudiantes. Pero, sobre todo, a la crisis social se une ahora una verdadera crisis política, una crisis del régimen, de la que, ahora mismo, Macron no está seguro de poder salir, porque es su legitimidad, su pretensión de seguir al frente del país en los próximos cuatro años lo que está en juego, la legalidad de su legitimidad institucional formal es cada vez más contradictoria con una legitimidad popular de la que carece totalmente. Por Leon Crémieux*.


Durante los últimos 10 días, el gobierno ha pretendido ignorar esta realidad, ignorar la rabia y la ira de millones de mujeres y hombres de este país. Como dijo un joven manifestante: «hasta ahora se estaba cachondeando de nosotros, ahora se está cachondeando de la democracia». Desde el 16 de marzo, todas las tardes, en cientos de ciudades y a menudo pequeños pueblos, se han producido manifestaciones espontáneas, con o sin la presencia de los sindicatos, manifestaciones de cólera contra el 49.3 y el desprecio de Macron. Después del 49.3, el rechazo el 20 de marzo, en la Asamblea Nacional, de una moción de censura que habría conducido al rechazo de la ley y a la dimisión del gobierno (la moción obtuvo 278 votos, a 9 votos de la mayoría absoluta, la primera vez que esto ocurre desde 1992) fue una prueba más del aislamiento del presidente y de su minoría parlamentaria, y un motivo suplementario para cólera popular. De los 61 diputados republicanos, 19 votaron a favor de la moción de censura, muy por encima de todas las expectativas.

Ese aislamiento no impidió que Emmanuel Macron hablara en TF1 y France 2 (las dos principales cadenas de televisión) a las 13.00 horas del 22 de marzo, 24 horas antes de la nueva jornada nacional de movilización, mostrándose seguro de sí mismo, como si la cólera de la calle no iba con él. Un espectacular ejercicio de desprecio aristocrático para intentar parecer sólido ante su vacilante electorado, presentándose «con las botas bien puestas», ejercicio en el que sólo consiguió enfrentarle aún más a las clases trabajadoras. Una vez más, afirmó que su reforma estaba justificada, que había sido elegido para aplicarla y que, además, acababa de ser aprobada democráticamente por el Parlamento, lo que hacía inútil la movilización social.

Esta supuesta legitimidad democrática es seguramente el factor más irritante de las últimas semanas. El sistema de representación política, basado en elecciones cada cinco años, dista mucho de una verdadera soberanía popular, con elecciones realizadas democráticamente por las poblaciones afectadas. Pero la V República francesa es, en sí misma, el país europeo con todos los defectos de representación posibles.

Francia tiene un verdadero régimen presidencial, en el que una sola persona, elegida por sufragio universal, dispone de los principales poderes ejecutivos en política exterior e interior, siendo el gobierno únicamente su gabinete y teniendo el primer ministro un papel secundario, salvo en caso de cohabitación (riesgo, a priori y salvo accidente, descartado desde se impusieron las elecciones legislativas tras la presidencial). Doble castigo para los derechos democráticos, en Francia existen dos cámaras, el Senado y la Asamblea. El Senado, una «asamblea de notables», no es elegido por sufragio directo, sino por 160.000 electores. La Asamblea Nacional no se elige por representación proporcional, sino por un escrutinio uninominal a dos vueltas, que no refleja la realidad de las corrientes políticas y limita la representación. Así pues, el sistema electoral de Francia, la «Patria de los Derechos Humanos», marca todas las casillas del insulto a los derechos democráticos fundamentales.Más allá de estas consideraciones generales, las elecciones de 2022 han acentuado todas estas deficiencias inherentes a la V República.Macron sólo obtuvo uno de cada cinco votos del electorado (20,07%). Como las elecciones presidenciales se celebran a dos vueltas, en la segunda, contra Marine Le Pen, obtuvo el 38,55% del electorado. La aportación de votos provino de electores, en su mayoría de izquierdas, que sólo le votaron para bloquear a la extrema derecha. Evidentemente, ¡la legitimidad de su programa alcanza por sí sola el umbral del 20%! En las elecciones legislativas que siguieron, los candidatos de su alianza obtuvieron el 11,97% del electorado en la primera vuelta. Estas dos cifras, 20,07% y 11,97%, son las más bajas de la historia de la V República.Como resultado de todo ello, los diputados de la alianza en torno a Macron sólo obtuvieron 250 escaños cuando la mayoría es de 289. En cualquier sistema parlamentario, una situación así habría exigido un debate más o menos largo para formar un acuerdo de coalición con uno o varios partidos en torno a un programa. La situación es común en la mayoría de los países europeos, entre otros.En 2017, Macron logró obtener 314 escaños mediante un primer atraco a los electos del PS (que perdieron 216 escaños) y a algunos de LR (que perdió 92 escaños). Pensó que en 2022 se podría repetir el mismo escenario con LR… No queriendo aceptar su fracaso y proponer una verdadera alianza, prefirió y sigue prefiriendo fingir que está en mayoría y recoger a algunos electos de LR para construir esa mayoría. Pero Macron tiene la base social más débil y la base electoral más débil en la historia de la V República.

Es necesario recordar todo esto para comprender la cólera y la acumulada al ver todas las artimañas utilizadas, mediante la violencia política, para imponer una ley antisocial.

Los métodos utilizados para aprobar una reforma rechazada por la inmensa mayoría de la población han acentuado aún más el rechazo a un sistema antidemocrático y a un presidente que, de hecho, ha usurpado su legitimidad. Macron es el primer presidente que intenta aprobar una reforma de las pensiones sin contar él mismo con una mayoría parlamentaria. También es el primero que intenta colar su reforma a través de un PLRFSS (Projet de loi rectificative pour le financement de la Sécurité sociale) que permite utilizar el artículo 47.1 que limita los debates en la Asamblea a 20 días y todo el procedimiento a 50 días. Y también es el primero en aprobar una ley que modifica fuertemente las condiciones de acceso a la jubilación utilizando el famoso 49.3, que permite imponer un proyecto de ley minoritario sin votación [en el parlamento]. Macron quiso así retorcer las instituciones, torcer el brazo a los diputados para imponer un proyecto minoritario en la Asamblea y ultraminoritario en el país.

La violencia de estas maniobras está provocando una rabia y una cólera masivas en la población. Más de 1.200 manifestaciones espontáneas tuvieron lugar en todo el país en los días posteriores a la utilización del 49.3. En el centro de estas movilizaciones se encuentra la rabia contra un gobierno autoritario, sordo a la mayor movilización desde 1995 y que esgrime un discurso digno de la novlangue de George Orwell, una «reforma necesaria y legítima», «un proceso democrático», «una ley esperada por los franceses». El aislamiento político de Macron le mantiene aún más en el inmovilismo, con la esperanza, semana tras semana, de que todo esto pase, de que el río popular vuelva a su cauce… Hasta ahora no lo ha conseguido, y él mismo ha echado leña al fuego. ç

Y lo que multiplica esta cólera, es la suma de instituciones antidemocráticas y de un presidente mal elegido que quiere imponer su voluntad mediante trucos institucionales, la suma de una reforma de injusticia social para las clases trabajadoras y de una inflación creciente, sobre todo en los alimentos y la energía.

El único argumento que le queda al gobierno es el del orden. Las manifestaciones ya no tienen que ver con el debate político, con una situación a la que el gobierno debería responder abordando las fuerzas sociales y políticas que la impulsan, sino únicamente con el orden público, y el arma de la represión policial se convierte en la única respuesta política, con el intento de sofocar el movimiento con porras, gases lacrimógenos y el balas de goma.

Macron y Darmanin, el ministro del Interior, se presentan ahora como los defensores del orden, enfrentados a una guerra civil dirigida por faccionalistas de extrema izquierda. Los últimos días, tras la utilización del 49,3 y el rechazo de la moción de censura, han sido testigos de una avalancha de violencia policial, detenciones arbitrarias y prohibiciones de manifestaciones convocadas por los grandes sindicatos. Evidentemente, el objetivo es romper el movimiento. El sindicato de magistrados, el sindicato francés de abogados y la Liga de Derechos Humanos han advertido contra el uso de la fuerza pública para obstaculizar las manifestaciones e intimidar a la gente, y contra la violencia policial, en particular la perpetrada por las BRAV-M (brigadas de represión de la acción motorizada violenta) en París, triste repetición de los voltigeurs creados por Raymond Marcellin tras el Mayo del 68, responsables de la muerte de Malik Oussekine en 1986. Los manifestantes han sufrido mutilaciones como consecuencia de la violencia policial: en Rouen, un trabajador del hospital perdió un dedo y en París un activista de Sud Rail perdió un ojo al recibir disparos de granadas de gas lacrimógeno.

Esta postura del gobierno para criminalizar el movimiento se aplica mientras que la jornada de movilización del jueves 23 de marzo vio, en muchas ciudades, las manifestaciones más numerosas desde el inicio del movimiento, reuniendo a nivel nacional a 3,5 millones de personas según los sindicatos (1,08 millones según la policía), es decir un número equivalente a la gran jornada de movilización del 19 de enero, con una determinación y una combatividad aún mayor. Las ciudades medianas, en particular, conocieron manifestaciones impresionantes: 40.000 en Nantes, 30.000 en Brest, 20.000 en Aviñón, junto a las 800.000 personas presentes en París. El 23 de marzo comenzó también la movilización de la juventud estudiantil en institutos y universidades, con más de 80 universidades bloqueadas y 400 institutos y 150.000 jóvenes contabilizados por la UNEF en la manifestación de París. Los jóvenes son los primeros objetivos de la violencia policial, cuyo objetivo es cortar de raíz la propagación de las huelgas y los bloqueos.

Macron, en su discurso televisado, también consiguió despertar la cólera incluso de las direcciones sindicales, CFDT y CGT a la cabeza. Atacando directamente a Laurent Berger, el líder de la CFDT, Macron no dudó en afirmar que Berger nunca había presentado la más mínima propuesta sobre la financiación de las pensiones. A cambio, Berger y Martinez le dedicaron agudos comentarios de «gilipollez, desprecio, mentira y negación», todos ellos términos poco habituales para los líderes sindicales. Sobre todo porque Macron pidió explícitamente a los líderes sindicales que fueran a verle para avanzar y aceptar la aplicación de la ley contra las pensiones.

En París y en varias ciudades, los altercados con la policía se produjeron sobre todo en manifestaciones nocturnas que reunían a jóvenes poco acostumbrados a las manifestaciones y menos aún a los enfrentamientos. Considerar estas manifestaciones como obra de los black block y de la extrema izquierda es evidentemente una cuestión de cálculo político, pero no tiene nada que ver con la realidad.

Junto a las movilizaciones callejeras, los bloqueos y la entrada de la juventud en el movimiento, continúan los movimientos huelguísticos: el 23 de marzo, los índices de huelga entre los conductores de la SNCF, los profesores (50% de los huelguistas), en el sector energético habían aumentado fuertemente y los reconductibles continuaban en la SNCF, en las refinerías de petróleo, los puertos y muelles y, también, en la recogida y almacenamiento de residuos.

Este sábado 25, también se han producido enfrentamientosel con el gobierno  en la gran manifestación contra las megapresas en Sainte Soline que reunió a 30.000 personas y se enfrentó a violentas cargas policiales con más de 200 heridos (algunos graves).

Al final de esta etapa del movimiento, la lucha continúa con elementos contradictorios. Algunos sectores en huelga, en particular los de residuos y refinerías, y las múltiples manifestaciones en las ciudades mantienen el clima político de confrontación con el gobierno. Del mismo modo, los bloqueos de institutos y universidades también pueden crear un nuevo clima en los próximos días. Al mismo tiempo, no hay nuevos movimientos huelguísticos en sectores importantes.Macron y su gobierno siguen empantanados y , a pesar de sus poses, no pueden pasar página de este conflicto. Además, están buscando una salida también en términos de base parlamentaria, buscando «ampliar la mayoría», es decir de hecho crear una, sin acuerdo político con Los Republicanos pero buscando apoyarse en la crisis de Los Republicanos, divididos entre el apoyo y la oposición a Macron.

La intersindical sigue resistiendo, con la exigencia de la retirada de la ley y una nueva convocatoria de huelga para el martes 28 de marzo. Pero, al mismo tiempo, ya contempla la posibilidad de participar en el largo proceso del referéndum de iniciativa compartida lanzado por los representantes electos de la izquierda. Plantear ahora esta perspectiva no se corresponde, evidentemente, con el fortalecimiento de la relación de fuerzas en las huelgas y en las calles. Todo el mundo siente que el gobierno está debilitado, aislado, que la situación de las clases trabajadoras enfrentadas al aumento del coste de la vida y a la reforma de las pensiones es una fuente de fuerza que puede obligar a Macron a dar marcha atrás en su reforma.

La anulación de la visita de Carlos III es, de hecho, una bofetada para el gobierno, que demuestra su incapacidad para frenar la movilización popular. Sin embargo, en la situación actual, lo que falta es la construcción a nivel nacional y en las ciudades de un frente social y político común portador de una alternativa anticapitalista de opciones sociales y financieras a favor de las clases trabajadoras, con un reparto diferente de la riqueza, un frente que se apoye en la dinámica social para plantearse como actor político directo en la situación actual. Aunque el movimiento no haya visto desarrollarse estructuras de autoorganización ni asambleas generales masivas de huelguistas, decenas de miles de militantes del movimiento social y político garantizan en centenares de ciudades la continuidad del movimiento contra la reforma, mediante huelgas y bloqueos, apoyándose en la existencia de una intersindical nacional. Son estos sectores los que dinamizan este movimiento, son ellos los que lo han construido y mantenido en marcha hasta hoy. Mantener la movilización en la unidad y la radicalidad será, una vez más, el reto de los próximos días.

https://twitter.com/i/status/1638878712157425669

El último que apague la luz

383 mensajes de avisos fúnebres se publicaron en La Nación, en homenaje a Carlos Blaquier, dueño de Ledesma. El obituario funciona como guía sobre los lazos que une al poder económico argentino. Y mal que le pese al difunto, confirman lo que venían denunciando “los zurdos”, como él los llamaba. Por Lea Ross (La Luna con Gatillo).


Es imprescindible aprender a transgredir con astucia”.

-Enrique Symns.

Hubo un momento en que Carlos Pedro Tadeo Blaquier, cuando todavía ocupaba un sillón en Ledesma Sociedad Anónima Agrícola Industrial (SAAI), se molestaba de lo que leía en su computadora y decidió redactar un descargo contra aquellos que lo acusaban de colaboracionista de la Dictudura y de ejercer explotación laboral: “Leyendo lo que dicen en internet, comprendo que la gente de extrema izquierda diga cosas muy malas de mí porque ellos, como personas fracasadas en la vida privada, despotrican contra los que tienen éxito. (…) Nada de lo que dicen estos zurdos me preocupa, pero sí me empezaría a preocupar si algún día dejaran de criticarme”.

Mientras su cuerpo está sirviendo de gourmet para los gusanos, los zurdos fracasados se aglotonan con lo que publican los propios allegados del difunto.

La verdad ante la muerte

Rogelio “Pajarito” García Lupo (1931 – 2016) fue uno de los referentes del llamado Nuevo Periodismo, que se impulsó a partir de la década de los cincuenta en América Latina. Bajo el apoyo de Ernesto “Che” Guevara, participó de la fundación en Cuba de la agencia de noticias Prensa Latina, junto con Rodolfo Walsh, Jorge Masseti y Gabriel García Márquez. Ofreció su ayuda a Eduardo Galeano para la redacción de Las Venas Abiertas de América Latina. Y participó de la creación del periódico de la CGT de los Argentinos, nuevamente con Walsh y con Horacio Verbitsky.

Todos los días, “Pajarito” se dedicaba a leer las ediciones impresas de los principales diarios del país para buscar, lo que él llamaba, las “huellas” que dejaban los poderosos. Una sección predilecta fueron los avisos fúnebres. Según la teoría de García Lupo, la muerte deja caer el rostro del poder. La mortalidad hace que se contemple la fragilidad de la vida, valorizando lo que se tiene a mano y lo que se ha conseguido, ejerciendo el agradecimiento hacia aquel que ya no está y que lo ha acompañado. Aún cuando eso implique exponer subterráneos lazos que se prefieren ocultar.

Con la muerte de Carlos Blaquier, La Luna con Gatillo revisó los avisos fúnebres de las ediciones del 14, 15, 16, 17 y 18 de marzo del diario La Nación. Fueron en total 383 mensajes que distintos familiares, empresarios, aristócratas, juristas, intelectuales y artistas ofrecieron su pésame, funcionando como una guía de la vida del muerto y sus apesadumbrados deudos.

Empezando por el personal del propio matutino fundado por Bartolomé Mitre, que en sus notas de la semana pasada referidas al hecho necrológico, ejerció un plan sistemático de desaparición de información, al ocultar el procesamiento que acarreaba el magnate por su involucramiento en el “Apagón de Ledesma”, durante el Proceso, además de los beneficios que recibió durante la gestión de José Martínez de Hoz.

Tal es así que publicaron su aviso fúnebre Julio César Saguier, director ejecutivo del Grupo La Nación, que además del diario incluye revistas y el canal de televisión, y Norberto Frigerio, director de Relaciones Institucionales del matutino, a quien lo “despide con gratitud al noble mecenas y coleccionista” de arte.

También dio sus condolencias el periodista estrella Carlos Pagni, conductor del programa Odisea Argentina, al que consideró a Blaquier como un “querido amigo”. También lo hicieron sus hermanas: Marisú y Martina Pagni.

Armaditos

El Tomo I de Responsabilidad empresarial en delitos de lesa humanidad, el voluminoso libro que recopila el involucramiento de empresas en la desaparición de personas durante la última dictadura, resalta lo siguiente: “El caso de Ledesma se caracteriza por el poder económico que la empresa supo consolidar a través de la constante incorporación de tierras a su patrimonio; las diversas leyes azucareras dictadas durante los distintos gobiernos militares que la fueron la beneficiando y el sistemático incumplimiento de las leyes nacionales y provinciales que otorgaban derechos a los trabajadores, lo que determinó, aún durante períodos de crisis económica, un sostenido crecimiento de sus utilidades y ganancias”.

Tal es así que el último José Martínez de Hoz, al igual que su hermana Agustina, familiares directos del siniestro ministro homónimo de economía de Jorge Rafael Videla, despidieron a Carlos Pedro “con imborrables recuerdos”. No solo eso: también le dio el pésame Alejandro Estrada, quien fue secretario de Comercio y Negociaciones Económicas Internacionales, durante el ministerio de Martínez de Hoz. El aviso lo publicó junto a su esposa María Elena Estrada. La hija de ambos es Helena María Estrada, quien en 2018 fue designada directora del Centro de Desarrollo Económico de la Mujer. Pero sobretodo, fue la esposa de Fabián “Pepín” Rodríguez Simón, uno de los mayores operadores judiciales del macrismo. Actualmente, reside en la ciudad de Montevideo para evitar procesamientos judiciales en su contra.

Otro que no se sabe de su rastro es Nicolás Caputo, cuya empresa Caputo Hermanos está sindicada de financiar grupos de ultraderecha, en el marco del intento de magnicidio contra CFK. Su primo Luis “Toto” fue uno de los ministros de finanzas del macrismo. Ambos tienen otra prima: Marilén, que también publicó su aviso fúnebre, junto a su esposo Santiago Barros Moss, quien integra el directorio del Grupo Ledesma y que, según otro mensaje publicado en La Nación, jugaba al golf con su querido jefe. Por último, Luis Blaquier, sobrino del difunto, se asoció con Sebastián Caputo, primo segundo de “Nicky” y “Toto”, para manejar un fondo de inversión, con base en Dallas, Estados Unidos, para comprar una importante empresa perforadora de pozos petrolíferos.

Marchen

Una publicación fúnebre que generó cierto resquemor fue la del Círculo de Armas. En realidad, los rifles que pueden haber en la sede de Avenida Corrientes al 671 son más condecorativas que otra cosa. Lo que sí, en sus interiores, fue el lugar donde el teniente general Félix Uriburu pergeñó el acompañamiento civil al primer golpe de Estado del país, la de 1930 contra Hipólito Yrigoyen.

Sus socios son secretos. Pero ante el inevitable cese vital del cuerpo de Blaquier, algunos de ellos tuvieron que dar sus condolencias a quien era su socio vitalicio. Tal es el caso de Eugenio Aramburu -hijo del dictador que derrocó a Juan Domingo Perón en 1955 en otro golpe de Estado- y Matías Sánchez Sorondo -descendiente del ministro del interior de la dictadura de Uriburu-. Además de la dictadura de la “Década Infame” de 1930 y de la “Revolución Libertadora” de 1955, también Ledesma tuvo sus nexos con la dictadura de la “Revolución Argentina” de 1966. El régimen, que derrocó al presidente Arturo Illia, había quitado los límites a los grandes productores de azúcar para mitigar los efectos de la crisis de sobreproducción sectorial, tal como lo señala el mencionado libro Responsabilidad empresarial... Uno de los que integró la junta militar, que puso al ex teniente general Juan Carlos de Onganía como presidente de facto de la Nación, fue el brigadier mayor Adolfo Teodoro Álvarez. Según la obra, Álvarez fue contratado por Ledesma para ejercer funciones ejecutivas en la compañía.

El administrador del ingenio en las épocas más oscuras fue Alberto Lemos. Según la declaración de Olga del Valle Márquez de Aredez, Madre de Plaza de Mayo en Jujuy, desde Madrid y frente al juez Baltadar Garzón, ella tuvo una entrevista con Lemos, quien le admitió que la empresa había puesto sus vehículos a disposición de las Fuerzas Armadas “para limpiar el país de indeseables”. Son los mismos móviles que se utilizaron durante el “Apagón” de Ledesma, en julio de 1976. Eso quedó documentado en los libros de la seccional de Gendarmería N° 20 de Orán, donde figura el ingreso de vehículos del Ingenio Ledesma a partir de la fecha del Golpe. La familia Lemos también publicó su aviso fúnebre por Blaquier.

Basado en los archivos de prensa del Ministerio de Defensa, Luis María Blaquier -hermano de Carlos Blaquier- fue el encargado de notificar a la Junta Militar, en 1980, que desde Ledesma proponían un sistema para suprimir todos los aportes legales, sean de los estatuos especiales o de los convenios colectivos, y que solo se brindarían prestaciones médicas asistenciales. Lo hizo en 1980 en la Comisión Asesora Legal de la Junta Militar.

Por otra parte, su hijo y sobrino del difunto, Luis Blaquier, quien por supuesto también publicó su homenaje necrológico, fue subdirector ejecutivo de de los Fondos de Garantía de Sustentabilidad de la ANSES en el gobierno de Mauricio Macri. Con ese puesto, le aprobó en el mismo día a Clarín y a Arcor una emisión de Obligaciones Negociables, que implicó un endeudamiento mediante fondos públicos. Eso lo llevó a una imputación penal por incompatibilidad de funciones, ya que Luisito tenía un cargo en Arcor y era accionista de Cablevisión, perteneciente al multimedio de la trompeta. Por eso, entre otras cosas, renunció en diciembre de 2016, durando solo un año en el cargo.

Armados hasta los dientes

También aparecen en el Círculo de Armas los banqueros Eduardo Escasany y Guillermo Pando del Banco Galicia, el dirigente del PRO Federico Pinedo y otros tantos de apellidos oligárquicos. Pero quien también figura como socio armero, y que le dio el pésame al cabeza del Ingenio Ledesma, fue Daniel Funes de Rioja, sindicado de operar en la remarcación de precios en los productos alimenticios.

Funes de Rioja lidera la Coordinadora de las Industrias de Productos Alimenticios (COPAL), cuyo comité ejecutivo y directivo también publicó su aviso fúnebre. En ella se congregan Arcor, Cargill, Coca-Cola, Fargo, Ledesma, Nestlé, Paladini, Pepsico, Quilmes, etc. También es uno de los vicepresidentes del Consejo Interamericano de Comercio y Producción, liderado por Marcos Pedera, de la Sociedad Rural. Tanto la Rural como esa Comisión también publicaron sus avisos para Blaquier. Y también, lo hizo la Academia Nacional de Ciencias de la Empresa (sic) integrado también por Funes de Rioja, Eurnekián, Roemmers, Pagani, Bagó y Bulgheroni. Finalmente, Funes de Rioja también es presidente de la Unión Industrial Argentina (UIA), del que también dio su pésame.

A pesar de todos estos cargos que tiene Funes de Rioja (COPAL, Consejo de Comercio y Producción, UIA, Academia Nacional de Ciencias de la Empresa, etc.), resulta que él no es empresario. Es abogado. Y del rubro laborista. Eso explica por el hecho en que la casta empresarial tiene el afán de que el país logre concretar una reforma laboral para extraer derechos laborales a sus trabajadores. Nada mejor que un catador carroñero para que los represente.

Tanto el Grupo Arcor, como su CEO Luis Pagani, expresaron “con profundo pesar” el fallecimiento del zar del azúcar. De hecho, Arcor es dueño del ingenio tucumano La Providencia, que le suministra los insumos necesarios para sus productos golosos. Los empresarios socios de la AEA (Asociación Empresaria Argentina) también dieron su pésame, del cual seguro que fue propuesto por Paolo Rocca y Luis Pagani. Rocca, junto con otros directivos del Grupo Techint, también dieron sus condolencias.

También “participa con profundo pesar de su fallecimiento” el Grupo Insud, presidido por Hugo Sigman, encargado de la producción local de vacunas contra el Covid-19. Dueño de laboratorios que se concentran a la vera de la Ruta Panamericana, en la localidad de Garín, tiene su participación importante en la Cámara Argentina de Biotecnología, donde se mezclan firmas agropecuarias y alimenticias, como Arcor, AGD y Porta Hnos., Ledesma y Vicentín.

Hablando del medicina, Juan Carlos y Miriam Bagó, de los laboratorios homónimos, también publicaron su aviso y consideraron a Blaquier como “un grande”. Distintos integrantes de la familia Roemmers no se quedan atrás. El Grupo Roemmers y el Grupo Bagó concentran, junto con el Insud de Sigman, el monopolio de la producción local de productos farmacológicos del país. Desde el extranjero, también está Bayer, cuyos directivos de la sede local también publicaron su aviso fúnebre.

Ingenios no tan ingeniosos

Sin que se enterara que vendrían los últimos días del “Tordo” Ledesma, el periodista de negocios Facundo Sonatti publicó en su cuenta de Twitter un ranking de los empresarios que lideran el negocio azucarero en nuestro país. Se trata de una generación de 1.000 millones de dólares anuales, pero cuya productivdad está concentrada solo en 22 ingenios. El “top ten” es dueña de 15 de esos establecimientos, que encima concentra más del 90% de la zafra. Arcor-Pagani aparece en el puesto 8, por encima de otra familia cordobesa como son los Minetti, con su ingenio de Bella Vista. La otra que tenían, La Fronterita, fue remata a Coca-Cola. Los Minetti también tienen una causa judicial por crímenes de lesa humanidad, debido a que en ese mismo ingenio se realizaron tormentos contra trabajadores azucareros.

En el puesto 7 aparece la familia Budeguer, dueños de Leales y La Esperanza. Su holding también publicó su aviso fúnebre que “despide con respeto y gran admiración a Carlos Pedro Blaquier”.

El ingenio La Corona también dio su pésame a Blaquier, que es administrado por Martín Arano, cuyo padre Roberto Luis Arano maneja también el ingenio Santa Rosa, y por ende figurando en el puesto 5. Su gerente, Jorge Larry, está imputado por la Fiscalía N.º 2 de Tucumán, por verter al cauce del río Gastona residuos peligrosos. Desde el año pasado, tiene pedido de elevación a juicio.

Pero quienes figuran en el primer puesto, superando de manera inédita a Ledesma, son Jorge Rocchia Ferro y Catalina Lonac, dueños de los ingenios La Florida, Cruz Alta y Aguilares, y también publicaron su mensaje en nombre de su holding, que “lamenta profundamente la partida de un muy querido y admirado” supuesto competidor.

Iluminados por el apagón

Y la lista sigue: Cristiano Rattazzi, ex presidente de FIAT Argentina; la familia Bulgheroni, dueña de Pan American Energy, petrolera del cual recibe el suministro de etanol que le ofrece el ingenio Ledesma, a través de Bioledesma SA, firma que existe desde el año 2010; el magnate Adrián Werthein y su esposa Adriana Ricagno, al que definieron a Blaquier como un “realizador de causas nobles para nuestra Argentina”; Federico Braun, de supermercados La Anónima; Jorge Pablo Brito, del Banco Macro; Bárbara Bengolea, nieta de Amalia Fortabat; y Mariano Grondona, promiscuo asesor de letra de dictadores.

Por último, podemos mencionar los avisos que publicaron Germán Neuss, empresario investigado por defraudación al Estado durante el menemismo; Manuel Sacerdote, presidente de lo que era el Boston Bank, cuya entrada fue escrachada en más de una ocasión por los ahorristas durante el Corralito; Domingo Cavallo, autor de la Convertibilidad y de susodicha incautación de ahorros; Carlos Melconian, una versión más canchera de “Cavallo” y que tiene preparado un plan económico, a gusto de Funes de Rioja, para el próximo presidente de la Nación; y Horacio Rodríguez Larreta, precandidato a presidente, dispuesto a leer susodicho trabajo.

El último que apague la luz.

 
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