El escenario del sábado pasado fue la iglesia de Santa Rita y los protagonistas fueron integrantes de la Escuela de Danza Jorge Donn y de la Escuela de Música N°2 DE 18, convocados por el Camarín de la Música. En la segunda parada, el sábado 21 de setiembre, la plazoleta de Jonte y Helguera fue el escenario ideal para una peña al aire libre que contó para el cierre con el Tata Cedrón

El esfuerzo de quienes organizaron este año el Festival Santarritense se vio recompensado por la nutrida concurrencia a la última posta del festi. El escenario fue el santuario de Santa Rita, Camarones 3443 y se presentaron cuerpos de baile de estudiantes de la Escuela Superior de Danza Jorge Donn y de la Escuela de Música N°2, DE 18, vecina a la iglesia. La puesta de esta tercera y última posta del festival estuvo a cargo de Música en el Camarín, un espacio cultural que se realiza desde hace 10 años, variado, con ensambles y coros y que es organizado por el Santuario Santa Rita.

El encuentro brindó también la posibilidad de que Roxana Amenabar explicara a otros vecinas y vecinos como está la situación de la biblioteca Rafael Obligado y la importancia de sumarse, ya sea para lo elemental de una biblioteca como es retirar libros, o para participar de actividades que se organicen en ese ámbito.

También tuvieron su momento Guillermina Bruschi y Matías Lockhart para presentar el estado de situación de las plazas para Villa Santa Rita. Pusieron en contexto la plaza conseguida que significa el equivalente a una baldosa de 22X22 cm para cada habitante del barrio y la necesidad de continuar exigiendo que se expropien otros tres lotes ubicados en Emilio Lamarca y San Blas, Concordia al 1500 y Nazca al 1500.

La primavera llegó en la plazoleta de Jonte y Helguera

La parada anterior de este festival itinerante fue en la plazoleta de la Avda. Álvarez Jonte y la calle Helguera. Allí, el sábado 21 de setiembre se armó una peña que contó con el arte de Florencia Knoblovits y Dani Negro, La Veredita de Artigas (Soledad Mársico y Hernán Leiva) y el cierre con el Tata Cedrón que tuvo el gesto de estrenar un nuevo tema. Vecinos y vecinas, principalmente aquellos vinculados a la lucha por plazas para Villa Santa Rita, disfrutaron de la música y compartieron una merienda a la canasta en una tarde en la que la primavera se sumó al festejo.

El Festival Santarritense cerró así su quinta edición. Esta es la primera vez que se realiza en forma itinerante y tuvo la virtud de impactar en tres puntos del barrio y visibilizar y compartir propuestas vecinales, así como revalorizar el espacio público y lo que en él se puede disfrutar en comunidad.

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