Sebastián Moro, periodista del pueblo, hay que leerlo” Entrevista con Raquel Rocchietti
ace casi 5 años, un 16 de noviembre de 2019, el periodista mendocino Sebastián Moro muere en Bolivia en el marco del golpe de Estado contra Evo Morales. Una causa que avanza a paso muy lento, una investigación atravesada por miles de irregularidades, y una familia que junto a colegas y amistades de Sebastián siguen luchando por memoria, verdad y justicia.
Sebastián Moro fue encontrado en su casa del barrio de Sopocachi, de la ciudad de La Paz, el domingo 10 de noviembre de 2019 en muy malas condiciones de salud. Se encuentra acreditado que el día anterior fue duramente golpeado y a causa de esos golpes debió ser internado en una clínica privada. Esto sucedió en un contexto de extrema violencia en La Paz con bloqueos de calles, enfrentamientos entre militantes oficialistas y opositores, y destrozos de medios de comunicación por parte de grupos paramilitares con tortura y persecución de periodistas afines al gobierno de Evo Morales.
Sebastián trabajaba como editor en jefe de Prensa Rural y en Radio Comunidad, medios pertenecientes a la Confederación Sindical Única de Trabajadores Campesinos de Bolivia (CSUTCB), y en las semanas previas a su muerte, fue convocado por el diario Página 12 como corresponsal para que narrara lo que estaba pasando en Bolivia. Luego de su muerte, su familia inició la campaña #SebastiánMoroFueElGolpe, denunciando que se trató de un asesinato político y exigiendo juicio y castigo a los responsables. Su muerte se suma a los más de treinta y siete homicidios, torturas y secuestros, entre otros crímenes de lesa humanidad cometidos durante el golpe en Bolivia reconocidos internacionalmente. El informe final del GIEI (Grupo Interdisciplinario de Expertos Independientes) que realizó una investigación ordenada por la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) y oficializada ante el gobierno del Estado Plurinacional de Bolivia a lo largo de 2021, contempla la muerte de Sebastián junto al resto de las masacres que tuvieron lugar en el mes de noviembre del 2019 en La Paz y Cochabamba.
Radio La Colectiva tuvo el honor de entrevistar a Raquel Rocchietti, la madre de Sebastián, quien desde Mendoza nos agarró de las manos y nos llevó con mucho amor a conocer quién era Sebastián, cuáles eran sus anhelos y cómo se encuentra actualmente la investigación sobre su injusta muerte. Compartimos la entrevista a Raquel, pueden escucharla completa en el enlace al final de la nota.
¿Por qué estaba Sebastián en Bolivia y qué le pasó exactamente? ¿Qué se ha podido investigar respecto a su muerte?
Sebastián llega a Bolivia un 17 de febrero del 2017 cuando acá ya no tenía espacio, no tenía lugar. Él estaba trabajando en Radio Nacional y con el advenimiento del gobierno macrista Sebastián se queda sin trabajo, no quería seguir trabajando en esas condiciones. Es ahí cuando decide partir a Bolivia y elige ese país por ser en Sudamérica el país que lo venía representando ya desde hacía 14 años teniendo como referente a Evo Morales. Luego de varios meses de “apechugarla”, como él decía, sin encontrar un trabajo medianamente estable, en septiembre del 2018 ingresa a Radio Comunidad que era un medio perteneciente a la Confederación Sindical Única de Trabajadores Campesinos de Bolivia (CSUTCB). Allí Sebastián fue jefe de redacción, editor, periodista encargado de cubrir organizaciones sociales, sector internacional, y estuvo en la creación de nuevos suplementos dentro de prensa rural como agrocampo y mujeres en comunidad. El se sentía muy feliz de haber podido ingresar y trabajar en ese medio con una libertad que no había conseguido acá en Mendoza.
Ya en el año 2019, en el contexto del golpe de Estado que sucede en Bolivia, él estaba como corresponsal de Página 12 también, ¿qué pasó en esos días?
En realidad, a partir de las elecciones del mes de octubre, ya Sebastián comienza a hilar mucho más fino en lo que venía viendo que podía llegar a suceder en Bolivia con esas elecciones. Y ahí comienza a trabajar para Página 12 y hasta noviembre del 2019 alcanza a realizar 12 crónicas dedicadas exclusivamente a lo que podía pasar, de hecho su última nota fue “Un golpe de Estado está en marcha en Bolivia” que fue publicada el día 9 de noviembre que fue el último día que tuvo contacto con nosotros. Sebastián ingresa a una clínica el día 10 y el 14 suceden las masacres de Senkata y Socava, a dónde hay 38 muertos más.
Cuando el día 9 a la noche las hermanas pierden el contacto con él, ahí comienza nuestra pesadilla que es hasta el día de hoy. Viajamos en forma inmediata, primero su hermana Penélope porque era la que mayores contactos tenía, porque no sabíamos qué había pasado, no sabíamos nada, si bien estábamos en contacto y sabíamos que un amigo lo había llevado por pedido nuestro al mediodía del día 10 a una clínica ahí de Sopocachi. Mi otra hija y yo llegamos el 14 a la madrugada, y Sebastián tristemente estaba en terapia intensiva, pero antes de ingresar a terapia estuvo 24 horas en una sala común. Ahí comienza esta historia negra y triste. Sabíamos que estaba golpeado porque la persona que lo auxilia, un hermano boliviano amigo de la familia que lo rescata de su departamento, nos iba relatando camino a la clínica el estado en el que estaba Sebastián y nos iba diciendo que Sebastián tenía golpes. No estaba permitido sacar fotos, y Penélope sacó igual porque si no fuera por eso no tendríamos absolutamente nada. Por otro lado, desde el Consulado y la Embajada Argentina en Bolivia, cuando Sebastián fallece nos sugieren cremarlo porque si no había que dejarlo allá en pleno golpe. Tengan en cuenta el estado emocional en el que nosotras estábamos y cuando nos dijeron de la cremación, la verdad que nosotros estábamos en un estado…estaba perdiendo a mi hijo.
Desde que Sebastián ingresó ya hubo irregularidades, decían que había ingresado borracho, que había estado de festejos en la calle la noche anterior. Él lo último que nos dijo es que salía a caminar un rato, que al otro día le esperaban compromisos y que seguramente amanecían con un golpe. Cuando ingresa la clínica las negligencias fueron desde el comienzo, porque se tenía que hacer una denuncia porque era un periodista extranjero, en una clínica privada, en un golpe de Estado reciente, y nada de eso se hizo. Hay una historia clínica que está absolutamente tergiversada y esto no ha sido inventado por nosotras. Esto ya fue corroborado por nuestra abogada en Bolivia. Ha habido tanta manipulación también por parte de la justicia boliviana a donde hemos tenido que enviar, reenviar mil veces las mismas cosas, es una lentitud y una falta de respeto hacia los familiares de las víctimas.
Desde 2006 en los barrios de
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