Nuevamente este año las y los trabajadores de la empresa de chocolates Arrufat salieron a agitar en las redes y los medios alternativos buscando que la solidaridad se junte con la tradición del huevo de pascua. Es el momento de hacer la diferencia, pagar las confiscatorias facturas de gas y luz y poder llevar algo más que los mil pesos por semana cada una que venían retirando en los últimos meses. Las colas dentro y fuera del local de Tres Arroyos 739 muestran que la gente responde. Hasta el sábado, el horario se ha ampliado hasta las 20 horas.

Pasaron 130 años desde aquél 13 de abril de 1889, momento en el que el gobierno nacional aprobara los planos para la creación de un nuevo barrio, y los residentes de hoy de Devoto se volcaron a la calle para disfrutar de una tarde de sábado con actividades diversas, propuestas desde la Comuna. Hubo rock, coro, tango y bailes tradicionales de la mano de las distintas colectividades invitadas. Una vez más, Arnaldo Miranda Tumbarello fue el encargado del siempre interesante anecdotario histórico. Pero el hermoso barrio, uno de los más acomodados de la ciudad, no está ajeno a la crisis económica general y bastó una vuelta por la también histórica Galería Devoto para ver las marcas de este momento en sus varios locales cerrados.

Todos los segundos sábados y domingos de cada mes se desarrolla en el parque de Agronomía una feria intensa y extensa. Frutas y verduras sin agrotóxicos, panificados sin conservantes, embutidos y quesos también libres de conservantes, conservas varias hechas por pequeñas cooperativas, todo de la mano de los productores y las productoras, que llegan directamente a un público curioso que también compra. No falta la gastronomía variada, regional y de naciones hermanas. Cuando el tiempo ayuda, como este fin de semana, es una multitudinaria fiesta al aire libre.

La cola se hace a partir de la esquina de Fray Cayetano Rodríguez y Yerbal y llega más allá de la mitad de la Plaza Flores. Nutrida, abigarrada, personas de todas las edades esperan llegar a recibir un número que les habilite el pase a un plato de comida. Los datos de personas en la indigencia y la pobreza explican lo que ocurre de una manera aséptica y una muestra de eso es la oficina prácticamente vacía de Servicio Social de CABA, a sólo 20 metros de la cabecera de la cola. Mientras tanto, en el otro extremo de la pirámide social, el 10% más rico de quienes habitan esta ciudad se lleva un poco más de la torta económica que hace tres años.