Juegos Olímpicos, detrás de las medallas
El balance deportivo de estos Juegos Olímicos de la Juventud desarrollados en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires fue histórico. Para la delegación nacional quedará la emoción de 32 medallas, 11 de ellas doradas, un record en este tipo de competencias. Además queda la posibilidad de que, si hay apoyo al deporte y a los deportistas, pueden prolongarse estos logros en la categoría adultos y mantener el semillero. También fue un éxito de público. Más de seiscientas mil personas se inscribieron para presenciar los juegos. Pero también hay una conducta del “debe” y entre las cosas que se encuentran está que ese mismo público desbordó las instalaciones y la gente hizo largas colas y enormes esperas en algunas disciplinas para poder presenciarlas, además por un rato. También podemos encontrar en la columna del debe la ausencia de información completa sobre lo que costaron estos Juegos Olímpicos de la Juventud y por último, la voluntad de trasladar a Soldati el CENARD, hecho que cuenta con la resistencia de los deportistas y con la sospecha de quienes siguen los negocios en tierras públicas.
Largamente se ha mencionado en que estos juegos son históricos, entre otras cosas porque son los primeros que se han jugado en Argentina. También son los primeros en tener igual cantidad de participantes hombres y mujeres y en cuanto a nuestra delegación, ha sido la más numerosa de la historia: 141 integrantes. El programa "La Escuela va a los Juegos" llevó a 200.000 chicos de escuelas públicas y privadas a los parques para coronar un programa cultural que llevó los valores Olímpicos de amistad, respeto y excelencia a todos los niños la Ciudad de Buenos Aires 2018. Junto a esta iniciativa, las activaciones de iniciación deportiva para chicos y chicas de todas las edades también fue un gran atractivo para impulsar la práctica deportiva en los jóvenes. Por su parte, fueron cuatro los nuevos deportes en esta Buenos Aires 2018: escalada deportiva, karate, breaking y el patinaje de velocidad sobre ruedas. Todos, desde su perspectiva, activaron al público, que llenó los escenarios para ver las destrezas de los atletas.
En cuanto al público, hubo quejas por las largas colas y porque muchos se sintieron obligados a dejar sus asientos. Las colas podrían equipararse a las que se producen en los restaurantes cuando las mesas están llenas, la espera se termina cuando algún comensal deja su lugar para que lo ocupe otro. En las gradas ocurría lo mismo, cuando se colmaba la capacidad había que esperar que el público saliera para que entrara otra oleada. Por otra parte, hubo denuncias sobre que se intentó impedir el acceso a los estadios a quienes lo hicieran con pañuelos verdes. Se pretendió restringir el ingreso con ese motivo y eso generó discusiones y resistencias. Hubo quienes acataron la exigencia y quienes entraron igual. En tanto al traslado del CENARD desde Núñez a Soldati, los deportista de alto rendimiento, que son los que lo usan tienen reparos que van desde la seguridad por la zona donde está emplazado este nuevo centro, hasta las carencias que tiene comparativamente. El gobierno ha fijado en un año el plazo para el traslado definitivo y la decisión la anunció Mauricio Macri.
En cuanto a los números que aún no se conocen, en el programa Ruta Alternativa de Radio La Colectiva, el periodista Ernesto Rodríguez, quien está investigando el tema, dio algunas precisiones. “Horacio Rodríguez Larreta y Gerardo Werthein tienen la oportunidad histórica de pasar a los libros como los primeros dirigentes que dicen “gastamos tanto, hicimos tango”. Tengamos en cuenta que desde el mundial de 1978 a esta parte, ningún evento deportivo de envergadura realizado en Argentina tuvo un balance en cuanto a lo se gastó y en qué. Hasta este momento no hay novedades tampoco ahora. No lo hicieron de manera formal cuando presentaron los juegos, es decir, no dijeron cual sería su presupuesto. Y esto es importante porque hay que tener en cuanta que antes de empezar el balance. Lamentablemente estos juegos se ganaron mintiendo. Cuando Mauricio Macri (entonces jefe de gobierno de la Ciudad) y Wersthein presentaron la propuesta, dijeron que estos juegos costarían 1.040 millones de pesos. Era un paquete de unos 230 millones de dólares y Macri decía que cada dólar iba a costar $4,50 en 2018. En ese momento, en 2013, ya costaba más. Si uno le creía a Moreno costaba 5,35 y si uno le creía al mercado, 8 pesos. Y si le creemos en lo que ha aparecido en la prensa, prensa por lo menos amable con el gobierno como es el diario Clarín, dice que se ha gastado 435 millones de dólares solamente con lo que tiene que ver con la parte urbana, la Villa Olímpica, las calles, etc. y le sumamos lo que dijo Werthein, que son 215 millones de dólares el gasto en la parte deportiva, hablamos de 650 millones de dólares. Es decir, pasamos de 230 millones de dólares a 650. A un promedio de 25 pesos por dólar, habrían gastado 16 mil millones de pesos, unas 15 veces más de lo que prometieron inicialmente”.
Sin audiencias públicas, más allá de la realizada para la generación del barrio olímpico, sin explicaciones a lo largo de estos años en los que se realizaron las construcciones y, hasta acá, sin balance formal de lo que se ha gastado y en qué. Habrá que esperar para ver si el ejecutivo porteño también se anota una participación histórica.
HyC – Imagen: pagina oficial del Gobierno de la Ciudad